Una propuesta del Libro Blanco de la Profesión Docente.

Me ha llamado mucho la atención la quinta propuesta del Libro Blanco de la Profesión Docente porque me parece que puede llegar a ser una herramienta de gran utilidad en la estructura del Sistema Educativo del Estado Español. En ella se lee lo siguiente:

"Proponemos la creación de un “Consejo Pedagógico del Estado”, encargado de:
 
1. Estudiar las innovación educativas internacionales más eficientes y evaluarlas,
2. Atender especialmente a los cambios que se produzcan en la utilización educativa de las nuevas tecnologías y de las neurociencias,
3. Recoger, evaluar y difundir, las mejores prácticas realizadas en nuestro país, identificando a los mejores docentes,
4. Asesorar a las administraciones educativas, a los Centros de formación del profesorado, a los docentes, sobre los procedimientos, currículos, técnicas pedagógicas más adecuadas, gestión del cambio y
5. Como institución de garantía social, informar a la sociedad de los más importantes temas educativos que afectan su presente y van a influir en su futuro. En Estados Unidos, John Goodlad reclamaba hace años la creación de un “Centro Avanzado de Pedagogía”, encargado de estudiar los cambios curriculares y didácticos, las nuevas posibilidades que ofrece las TIC, la aplicación a la escuela de los avances neurocientíficos, y evaluar su eficacia. Algo semejante a las competencias de Le Conseil Supérieur des Programmes, institución francesa creada en 2013 por la “Ley de orientación y programación para la refundación de la Escuela de la República”. Una iniciativa igualmente interesante es la “Iterative Best Evidence Synthesis” en Nueva Zelanda, para “consolidar las evidencias sobre como promover el aprendizaje de los docentes de manera que impacte en los resultados de sus alumnos”.

 El Consejo Pedagógico del Estado debería asesorar también los procesos de transformación en Centros que desean mejorar sus proyectos educativos, como recomendaba el informe “Transforma Talento”, que sugería la creación de una “Oficina de Transformación Educativa”. Podría tener funciones complementarias de las que tiene el Consejo Escolar del Estado. Este tiene competencias de asesoramiento en materia normativa, mientras que el nuevo Consejo las tendría en cuestiones pedagógicas, de contenido y organización. No se trata de multiplicar organismos, pues el Consejo Pedagógico del Estado podría formarse integrando funciones de organismos preexistentes como el Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa (CNIIE), el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF) y el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE). Lo que cambiaría serían sus funciones y su funcionamiento. Aunque sobrepasando ampliamente las atribuciones y límites de este Libro Blanco, sugerimos la conveniencia de solicitar que S.M. el Rey presidiera este Consejo Pedagógico, para destacar su carácter estatal y subrayar la importancia que la educación básica tiene para la nación.

Desde el punto de vista de la arquitectura del sistema educativo este Consejo sería el lugar de encuentro de los conocimientos de la Universidad y de los conocimientos emergidos de la práctica educativa. Debería ser un organismo del máximo prestigio científico puesto que su utilidad y eficacia como órgano consultor sólo se basará en el respeto que merezca por su competencia."

En el caso de que este organismo llegase a existir en su función de asesoramiento, su carácter apolítico podría sentar la base para que, a largo plazo, se pudiese elaborar una Ley de Educación de gran consenso, de corte apolítico y puramente práctico y pedagógico.

Aquí te dejo un enlace al documento completo: Libro Blanco de la Profesión Docente y su Entorno Escolar

Y tú, ¿qué opinas sobre la creación de este organismo? ¿te parece útil? Déjame un comentario, te leo. 

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