Brujas y Cerveza

 



¡Hola a todes de nuevo! Hoy vengo con entusiasmo porque voy a escribir una entrada libre (¡yuhuuu!) sobre la Historia de la cerveza y el papel esencial que la figura de la mujer tiene en ella. Como ya sabéis, trabajé en una fabrica de cerveza como microbióloga y en aquella época estuve frikeando un poco sobre el tema.

Vamos a empezar por el principio, hasta donde sabemos, los restos arqueológicos de cerveza más antiguos que se han encontrado datan de, aproximadamente, 11.000 a.C. Un dato impactante si tenemos en cuenta que la domesticación de los primeros cultivos es unos miles de años posterior. En este momento no podemos saber si eran hombres o mujeres los que elaboraban la bebida, pues ya se sabe que los roles de género mujer-recolectora y hombre-cazador en la prehistoria no eran tales, pues aproximadamente el 50 por ciento de las mujeres eran cazadoras. Lo que sí sabemos es que en Sumeria y Mesopotamia (5.000 a.C.), Egipto y la cultura vikinga (siglos VIII-X a.C.) eran las mujeres las responsables de la elaboración de una bebida que tenía una gran importancia social, y en algunos casos espiritual. Esto les otorgaba una posición muy relevante a nivel social. Por ejemplo, en Sumeria las mujeres que la elaboraban eran las sacerdotisas de la venerada diosa de la cerveza, Ninkasi. Las babilonias fueron las primeras en comercializar esta bebida, regentando tabernas y panaderías, en Egipto sin embargo en cuanto comenzó a expandirse el comercio de cerveza los hombres tomaron el mando y relegaron a las mujeres a papeles secundarios.


A ver, rebobinemos. Que estáis ahí todes pensando en estas cervezas como si fuese la que te ponen en la terracita de tu pueblo. Nada más lejos de la realidad, las primeras primerísimas cervezas hechas de granos recolectados, fueron probablemente un "happy accident" que ocurrió al mojarse con agua alguno de los recipientes que usaban para almacenarlo. La cosa fermentó y cuando la tomaron se dieron cuenta de que se ponían contentas. En el desarrollo posterior ya se muele el grano y se filtra para obtener una bebida propiamente dicha. Pero aún no sabía a lo que en el imaginario actual es una cerveza. Dependiendo de las culturas y regiones, al grano (trigo, cebada, espelta...) se le añadían unos u otros ingredientes, comino, tomillo, artimisa, miel y un sinfín de frutos y plantas. Y no, no había lúpulo. Como curiosidad, unos catalanes elaboraron una cerveza con una "receta neolítica" que obtuvieron gracias a una investigación arqueológica.

Bueno, pues mientras os daba esta chapita hemos llegado a la Edad Media. Aquí la cerveza se bebía y elaboraba en el ámbito doméstico, por lo que eran las mujeres también las encargadas de su elaboración. De cualquier manera, la cerveza seguía sabiendo "raro" y esto fue así hasta el siglo XII, cuando entra en escena Hildegart de Bingen, una monja benedictina, teóloga y entre otras cosas escritora de un gran tratado de botánica. Esta mujer es realmente interesante porque hizo de todo, incluso inventó la primera lengua artificial. Hildegart dejó por escrito que el lúpulo es la hierba más adecuada para dar sabor a la cerveza, pues su amargor contrarresta el dulzor y sobre todo porque es un bactericida que permite conservar la cerveza en buenas condiciones mucho más tiempo.



En la Inglaterra de los siglos XV y XVI había mujeres que vendían su cerveza casera en los mercados, y se ponían un sombrero picudo muy alto para que las pudieran distinguir entre la multitud. Además, también vendían la bebida en su propio domicilio, y cuando tenían un lote listo para el consumo colgaban una escoba encima de la puerta principal de la casa. Solían tener gatos para mantener a raya a los ratones de las estancias donde almacenaban el grano para la elaboración de cerveza. Et voilá! Aquí tenéis la iconografía clásica de lo que asociamos con una "bruja".

En 1516 Guillermo IV de Baviera promulgó de la Ley de Pureza alemana, que establecía que loa cerveza solo podía elaborarse a partir de agua, cebada y lúpulo, con el objetivo de mejorar la calidad y conservación de la bebida. En adelante la producción se concentra en los monasterios y los monjes son los principales encargados. Como ocurrió en el antiguo Egipto la relevancia de la elaboración de cerveza como actividad económica relegó a las mujeres a un segundo plano hasta llegar al punto de convertirse en un mundo de hombres hasta hacer relativamente muy poco, pues como en todas las industrias las mujeres aún tenemos que bregar el doble para que se nos tenga en cuenta en un puesto de responsabilidad.

Y hasta aquí puedo leer.

Comentarios

  1. Me parece una publicación increíble, demostrando una vez mas como la historiografía ha ocultado en muchas ocasiones la historia de verdad. Me recuerda al redescubrimiento que se ha hecho estos últimos años de 'las sinsombrero' y la gran labor que hicieron el siglo pasado.

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