El estrés, enemigo del educador.

    A raíz de la primera práctica reflexiva que tuvimos en la asignatura de Procesos y Contextos Educativos sobre el estado de la educación en diferentes partes del mundo, me vino a la cabeza algo que leí hace mucho tiempo: un estudio que relacionaba los niveles de cortisol con la capacidad de aprender nuevos conceptos. El cortisol es la hormona del estrés y esta relación era inversa, es decir, cuanto más estresada estoy más difícil me resulta aprender nuevos conceptos.

Claramente decidí utilizar esta información para defender el modelo educativo Finlandés, menos deberes, menos exámenes... en definitiva me parece el sistema educativo menos estresante.

Es bien sabido que los niños y niñas que sufren una situación difícil en casa (divorcio de los progenitores, peleas y discusiones o inestabilidad en general) disminuyen considerablemente su rendimiento académico. Esto se debe a los cambios en el cerebro que provoca una situación de estrés continuada. Con esto quiero decir que no es un momento de estrés puntual, si no que los niveles altos de estrés se mantienen de forma continuada.

Queriendo relacionar este tema con el estrés de origen educativo, he encontrado un artículo publicado en la Revista Complutense de Educación en 2019 titulado "Rendimiento académico, aprendizaje y estrés en alumnado de primaria". En el estudio participaron 519 alumnos y alumnas de tercero de primaria de la comunidad autónoma de Cantabria. Los resultados del estudio indican que "existen diferencias significativas en estrategias de aprendizaje, motivación, esfuerzo en las tareas y estrés percibido según el nivel de rendimiento académico" es decir, que los alumnos con mayor rendimiento académico presentan una mayor capacidad de autoaprendizaje, gestión del tiempo y de las tareas, por lo que perciben menos sensación de estrés. Los autores enfatizan en la importancia que tienen estas estrategias de afrontamiento, dado que la mayoría de estudiantes son incapaces de soportar las preocupaciones, presiones y estrés creciente en las aulas. 

Además del estrés inherente al mundo educativo, algunos alumnos debido a su potencial cognitivo no obtienen los resultados académicos esperados, lo cual añade más estrés y ansiedad al cóctel de la pescadilla que se muerde la cola.

En definitiva creo que lo ideal sería construir un sistema educativo que genere menos estrés en los alumnos, pero los autores de este artículo me dan otra perspectiva muy lógica y evidente: se refieren a capacitar al estudiante para que sea estratégico, consciente de sus pensamientos y capaz de focalizar su motivación hacia metas concretas. Es decir, enseñar a gestionar el estrés es nuestra mejor opción a corto plazo. 

Si no puedes con tu enemigo, únete a él.


Fuente:

https://revistas.ucm.es/index.php/RCED/article/download/63480/4564456553657/

Comentarios

  1. Hola Carmen! Muy de acuerdo a que se debe de promover un sistema educativo con menos estrés para los alumnos ya que pienso como tu indicas que las presiones, las tareas y los exámenes son unas de las mayores causas y que por supuesto se debería de hacer algo para acabar con ello.

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